Volver a levantarse también es parte del camino

A veces, la vida nos sacude y nos deja sin fuerzas. Lo importante no es evitar la caída, sino encontrar el modo de volver a estar de pie, a tu manera y a tu tiempo.

En mi trabajo, acompaño a personas que están atravesando momentos de cambio o de desajuste, para que puedan reconectar con su centro y seguir caminando con más presencia.

Desde muy joven he sentido admiración por la capacidad que tenemos los seres humanos de adaptarnos, transformarnos y seguir adelante, incluso en los contextos más difíciles. En mi propia vida, esa búsqueda de sentido y autenticidad me llevó al enfoque Gestalt y a la psicología humanista.

No creo en fórmulas externas ni en el control absoluto. Prefiero el camino de la escucha, la conciencia y el respeto por el proceso de cada persona. Ahí es donde sucede lo más valioso.

Para mí, reconocer cómo estoy y responsabilizarme de ello es una forma de libertad. Y acompañar a otros en ese mismo camino es, simplemente, lo que mejor sé hacer.

¿Por qué lo hago? Porque es un desafío que me inspira.

Para acompañarte en tu proceso, necesito estar también en contacto conmigo misma. Solo desde ese lugar de honestidad puedo ofrecerte una presencia real y disponible.

Mi compromiso es estar abierta y receptiva a lo que surge en el encuentro. Creo profundamente en el poder de una relación genuina, donde cada paso se da en presencia y sintonía. Ese tipo de encuentro me hace crecer, y por eso me apasiona este trabajo.

Un poco sobre mi recorrido:

Desde 2011 acompaño procesos de crecimiento personal.
Me formé en el enfoque Gestalt en 2011 y desde entonces he continuado formándome de manera constante. He integrado estudios en trabajo corporal, el programa SAT de Claudio Naranjo, y me especialicé en Counselling Gestáltico. Actualmente curso el último año del Grado de Psicología en la UNIR y participo como observadora en el centro de formación La Cocina Gestalt (Barcelona).