La desconocida receta del éxito

El invierno se me está haciendo largo, aunque muy rico.

De alguna manera he perdido el rumbo. 

Again.

No me preocupa. 

Los imprevistos me están sentando muy bien. 

Aunque no siempre lo reconozca.

Estoy adaptando mi plan de negocio sobre la marcha y estoy tomando como referencia mi propio criterio: toda una novedad. 

A pesar de saber que nadie más que yo puede dirigir mi camino, a menudo me siento segura siguiendo los consejos de los gurús del marketing, aunque les haya perdido todo el respeto.

¿Cómo es esto? ¿Cómo es que a pesar de saber que nadie más que yo tiene la solución, sigo perdiendo tiempo escuchando recetas milagrosas? Estoy poniendo en práctica, sin darme cuenta, por inercia, el viejo paradigma en el que algún experto sabe cosas que yo ignoro. El camino, la solución, está fuera de mí. Y no es así. 

Los conocimientos están más democratizados que nunca, se encuentra de todo en la red. Otra cosa es aplicarlos. Eso no lo va a hacer el gurú de turno. Ni en el marketing, ni en el counselling o en el coaching.

Aplicarlos, implementar, es lo único que hará que consigas cambios reales. 

Pero claro, implementar no es tan guay. 

  • Implementar es asumir riesgos.
  • Implementar es sostener la acción el tiempo suficiente. 
  • Implementar es darte un voto de confianza, sin garantías.

En el nuevo paradigma, la solución está en mí. Yo sé lo que quiero hacer, más allá de lo que dicen los demás. Y lo hago con honestidad, lo hago varias veces (lo suficiente para testar si es un buen camino). Observo el resultado, tanto interno como externo. Observo cómo estoy yo y cómo están mis circunstancias exteriores. Recalculo la ruta si es necesario.

Y aunque haga todo eso, no es ninguna garantía de éxito. 

Todos aquellos que te dicen que basta con seguir tu corazón para que las cosas vayan bien, viven en Yupilandia. 

Ser coherente con quien eres solo te garantiza una cierta paz, no un cierto éxito; como tampoco te asegura que se enamoren de ti.

Ahora bien, si haces lo que dicen los demás, tampoco tienes ninguna seguridad de éxito. No importa su nivel de guruidad.

Estas personas, la mayoría de las veces, han encontrado una receta que les ha funcionado, a ellos y a sus amigos, y la proponen a los demás. A algunos les funciona y a otros no, realmente no hay garantía de éxito. El éxito y el amor son elixires de desconocida receta; solo conocemos algunos de sus componentes necesarios; no los suficientes. 

Conocerte a ti misma, cumplir con los acuerdos de tu corazón y de tu intelecto, atreverte; son todas condiciones necesarias… pero no (no siempre) suficientes. Esto significa que a pesar de haber incorporado todos los ingredientes requeridos, a veces no obtienes lo que quieres. Es como cuando estás en un camino de montaña y, a pesar de llevar horas y horas caminando, no llegas.

¿Qué haces?

Dicen que todo llega a aquellas personas que se quedan el tiempo suficiente en el camino. Si quieres que te acompañe para reconectar con tu fuerza, redescubrir tu motivación, las sesiones de counselling Gestalt conmigo te interesan.

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Cristina